El anuncio del presidente Gabriel Boric lo iba a catapultar como un líder comprometido con el medioambiente y la salud de las familias y niños. Medioambiente y calentamiento global fue uno de las prioridades y principales principios anunciados en su campaña presidencial y programa de gobierno.
Pero algo salió mal.
Si bien fue aplaudido por la ciudadanía y televidentes que vieron en directo el anuncio, al mismo tiempo causó enojo, pánico, opiniones encontradas y críticas a la oportunidad y forma en que se anunció.
Lo más grave e inesperado para el gobierno y el Presidente Boric: La movilización de miles de trabajadores de Codelco anunciando paro y rechazando la medida al mismo tiempo que criticaban la gestión y la falta de consecuencia del Presidente de no hablar primero ni tomar en cuenta a los trabajadores tal como siempre ha sido su discurso político.
Más allá de que se trate de una de varias fundiciones de Codelco, la proyección que ocurriera con las de otras divisiones afianzó aún más la unión y solidaridad de la federación y trabajadores de otras divisiones.
La guinda de la torta comunicacional fallida
Tal fue el revés político que al día siguiente la Ministra de Minería, Marcela Hernando, declaró que Codelco les avisó a última hora.
Así, y de pasada, plasmó la idea que el liderazgo y compromiso medioambiental no fue iniciativa del Presidente Boric como se entendió por cadena nacional, sino que sólo fue un invitado de última hora. Mal ahí.
¿Podría haberse evitado todo lo descrito?
Sí.
En un principio, mi crítica era sólo en materia de estrategia de comunicación de crisis. Pero luego de las posteriores declaraciones de la Ministra de Minería se agregaron temas extra-comunicacionales; políticos y de gestión del gobierno. Del segundo punto nos referiremos en otra columna.
La regla de oro en Comunicación de Crisis
Es de sentido común. En comunicación de crisis la regla número 1 es que los involucrados no pueden enterarse por la prensa porque es esperable y casi seguro una crisis no deseada y evitable–a veces de grandes dimensiones y que afecta negativamente al proyecto y a sus líderes.
Como asesora comunicacional me tocó trabajar en el cierre del campamento minero de Potrerillos de División Salvador de Codelco y el traslado de sus habitantes.
También se trataba de una fundición que estaba dañando la salud de la población y al igual que Ventanas, las transformaciones tecnológicas no alcanzaban para cumplir la norma medioambiental y proteger la salud de los trabajadores y familias de la localidad.
La única gran diferencia fue que la solución que se eligió fue exactamente la inversa: Se mantuvo la fundición en operaciones y lo que se hizo fue erradicar a toda la población del campamento minero reubicándola en otras ciudades.
De igual modo se organizaron turnos y viajes de los trabajadores que fueron reubicados en otras ciudades y que durante sus jornadas de trabajo se alojan en una residencia a kilómetros de distancia de la fundición para cumplir con las normas ambientales. En este libro “Potrerillos: la Historia de un Traslado” que escribí para Codelco, cuento esta experiencia de División Salvador que llegó a buen término y sin mayores conflictos políticos o efectos colaterales, en un camino de diálogo e inclusión de todos los afectados por el cierre, en el diseño de las soluciones.
Principales pasos para el éxito del proyecto
No se puede partir -y menos anunciarlo a la opinión pública - sin tener un plan de cierre en mano explicando el por qué, el cómo y cuándo se va a hacer. Hay que trabajar en paralelo. Por una parte, con el estudio y solidez argumentativa y presupuestaria que demuestre que la decisión tomada es la única posible y por otra, la creación de un Plan de Cierre que incluye presupuesto, plazos y soluciones paso a paso para paliar los impactos negativos de este proyecto tanto sociales como laborales y económicos que traerá el cierre de la Fundición.
Antes de anunciarlos por la prensa, informarlo y socializarlo con todos los involucrados (stakeholders). En este caso, trabajadores Codelco, contratistas, mineras independientes que llevan su cobre a la fundición y aquellos habitantes de la zona que se benefician con el trabajo de terceros. Una vez informados se anuncia oficialmente a la prensa dando detalles del plan (obviamente coordinado el gobierno y el directorio de Codelco respecto a quién lo anunciará).
Así, y de haber trascendidos antes del anuncio al igual que declaraciones de grupos afectados, el inicio del proceso de información y diálogo resguarda que no pille por sorpresa a los trabajadores y estos reaccionen de manera tan violenta con impacto tan grave a la economía del país e involucrando a toda la sociedad como es un paro nacional, con un argumento tan legítimo como el no haber sido avisados ni escuchados.
Y esos trascendidos y declaraciones anticipadas al anuncio oficial de seguro aparecerán ya que además de lo descrito hay que tomar en cuenta la influencia y rapidez de las redes sociales para intervenir en cualquier proceso, sobre todo los que conllevan conflictos medioambientales y sociales.
Desde ahí, comienza un largo y continuo trabajo que incluye mesas de diálogo y negociaciones y estrategias comunicacionales para escuchar las angustias, problemas y aportes de los trabajadores y otros afectados, de modo de mejorar el plan y hacer más fácil el proceso y su concreción.
Se trata de un camino difícil y a veces agobiante. Pero el diálogo y el respeto e inclusión de los trabajadores y de otros públicos involucrados en el proceso de cierre es básico para el éxito de cualquier proyecto, no sólo en términos prácticos, sociales y ambientales, sino especialmente políticos y de gobierno.
*Nota de la autora: Pasados 2 días de publicado este artículo, hoy viernes 24 de junio titular de Radio Bio Bio: Ministra de Minería: "Reconozco errores comunicacionales". A mi juicio, el aprendizaje fue de golpe y porrazo y Codelco debe haber cedido bastante para que los trabajadores depusieran el paro. Aquí hay una clave: Andrea Cruces, Presidenta del Sindicato número 1 Ventanas dijo al terminar la reunión: "Logramos lo que en 50 años no pudimos".
