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  • Foto del escritorPatricia Sirebrenik

Opinión: Paridad de género, justicia y el Rey Salomón

Actualizado: 11 mar 2020


  • Históricamente se ha entendido como una “decisión salomónica” aquella sentencia justa en la que se divide y reparte la cuestión en conflicto en dos partes iguales. Pero esta interpretación de uno de los relatos más populares del Antiguo Testamento, está muy lejos de ser la verdadera enseñanza o moraleja del juicio del Rey Salomón.


La mala interpretación del relato bíblico explicaría, a mi juicio, tantas decisiones equivocadas que se han tomado a lo largo de la historia, inspiradas en lo que se cree fue la sentencia final de Salomón. Y entre esas decisiones se encuentra, en mi opinión, la ley que aprobó el Congreso Nacional sobre la paridad de género para la formación de las convenciones constitucionales a elegir en el plebiscito del próximo 26 de Abril.


Antes de que las mujeres que me están leyendo me repudien, les pido un poco de paciencia para argumentar mi opinión. Y para ello, debemos revisar el Antiguo Testamento

No es el fin, es el medio

En el libro 1 de Reyes -en hebreo Melajim- (3: 16-28) del Antiguo Testamento (ver recuadro a la izq.), se cuenta la historia de dos mujeres que vivían en la misma casa, ambas embarazadas y que dieron a luz con tres días de diferencia. Uno de los bebés murió accidentalmente durante la noche y su madre sigilosamente lo cambió por el hijo de la otra mujer, haciéndole creer que el que había muerto era el de ésta.


Ambas llegaron ante el Rey Salomón reclamando cada una que era la verdadera madre del niño. Después de escucharlas el rey levantó su espada y dijo que lo más justo era partir al bebé en dos para darle a cada mujer una mitad. Una de ellas gritó de inmediato “¡no!, déselo a ella, se lo ruego, prefiero que esté con ella a que muera”.


Al observar la reacción de la mujer, Salomón supo que ella era la verdadera madre del bebé, puesto que una madre de verdad estaría dispuesta a dar a su hijo si esto le salvase la vida.


Su sentencia pues, no fue partir al niño en dos, sino que dárselo sano y vivo a la verdadera madre.


El Rey Salomón nunca pensó en usar su espada y matarlo. Sólo fue un “truco” para llegar a la verdad y de este modo tomar una decisión justa.


La búsqueda de la verdad

La real “decisión salomónica” no es dividir en partes iguales una cuestión u objeto ante un conflicto o juicio, sino que es la convicción de que la búsqueda de la verdad y de pruebas que la sostengan, es la única forma de llegar a una sentencia justa.


En los tiempos bíblicos no existía el examen de ADN, ni lo peritos, ni la PDI, los fiscales o el CSI. Y el medio que ideó el rey Salomón para llegar a la verdad fue un truco y así saber quién de las dos mujeres era realmente la madre del bebé. Y ante la ausencia del examen de ADN, eligió la falsa amenaza de su espada.


¿Es el fin u objetivo de la ley de paridad de género para la convención constitucional, dividir en dos partes iguales el número de escaños?


¿No debería ser una ley cuyo fin sea simplemente ser un medio por el cual se logre un proceso constitucional inclusivo, democrático e igualitario?


¿Necesariamente justicia e igualdad significa partir en dos aunque ello conlleve perjudicar a ambas partes y a su objetivo final?

El legítimo derecho de obtener la mayoría, no la mitad


¿Qué pasaría si, de ganar el apruebo y en la votación posterior para elegir a los constituyentes ocurre lo mismo que a las candidatas mujeres en las elecciones del colegio de abogados? Ellas lograron más cargos y debido al acuerdo de paridad de género tuvieron que cederlos a los hombres. Cargos que ellos no habían ganado a través del voto ¿Es justo? ¿Es así como vamos a lograr la igualdad y la inclusión?


A mi juicio, es un error negociar jugando a ser perdedoras. Si piensas que las chilenas somos capaces e inteligentes y sólo por discriminación o falta de oportunidades no logramos la igualdad; si tienes una mentalidad ganadora, no puedes apostar a “el (la) que pierde gana”. La que lo haga, está subestimando la capacidad de la mujer chilena.


Y al revés ¿Qué pasa si el resultado en la votación son elegidos más candidatos hombres? ¿Te parece justo que tu hijo, hermano, pareja, papá etc., tenga que entregar su escaño aunque se ganó ese derecho legítimamente?


Y como ciudadanas ¿Te parece justo que la persona en la que confías y votas, ya sea hombre o mujer, quede fuera de la convención aunque haya obtenido más votos?

La espada del rey Salomón en el Congreso

A diferencia del rey Salomón, el Congreso concretó la amenaza de la espada y la convirtió en sentencia final. Y las mujeres en vez de pararse a gritar “¡No! No maten nuestro legítimo derecho a ser mayoría en la convención”, se levantaron para celebrar.


Soy una convencida de que la igualdad de derechos y oportunidades se logra -usando la metáfora bíblica- antes de “matar a la guagua". Nunca matándola. En este caso hubiera bastado con, simplemente, establecer la paridad de género únicamente en las listas de candidatas y candidatos que postulen al cargo de ciudadano constituyente.

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